Sopla sin fuerzas, está caído

el sonido del viento es lo que no puedo escuchar
las olas del mar son las que me hacen llorar
el sol pegando fuerte en la ventana es el que me hace sentir más sola aún
el mundo se llena de fastidio
las calles están llenas de pesares
los edificios están fundados en la agonía de una sociedad corrompida
se siente en el aire lo vencido que estamos
las dudas te hacen morir
la agustia de un cigarro te hace dormir
no sé quién puede dormir con angustia, creo que yo no
las palabras dulces creo que se quedaron en el olvido
es dulce olvidar cuando no se quiere recordar
recordar es sufrir
y sufrir es violar
violar al corazón adormecido por el sonido de tu mar

Desnuda, en la cama, dormida y soñando si fuera posible
pero el duelo en mi mente se hace más fuerte
se escucha resonar las espadas
las espadas se cruzan en mis moldes
en mis huesos se siente el hierro
quiero que un árbol me dé de su sombra
que mi sangre no se seque
no permitas que llore por tu espada caída
si caes, levántate que no hay duelo que se pueda perder
no te desoles vida mía
sé que no quieres vivir en mí
sé que no quieres existir, pero vive un momento
que hay esperanza; los sueños son sueños
la vida es real... no hay realidad si no están mis palabras
hílalas como si fuera dejadas en el telar

Duele el dolor cuando no está...
cuando es constante la costumbre es mejor
no sé que significa mejor sólo sé que para la gente mejor es sólo mejor
tal vez lo peor puede ser lo peor
la locura no es demente, se controla a sí misma
la locura está viva, por eso hay esperanza
los más locos
fuimos los más dejados
los más inertes
fuimos los más nómadas en este largo camino
en este mundo olvidado
en esta franja de tierra es que los olividados somos recordados
que el aire habla de ti y habla de mí
que la gente murmura tu pesar
pero el reino no ha muerto sólo los vasallos han dejado de ser vasallos y pasaron
a ser nuestros reyes
es la anarquía que precede nuestra nueva républica